Ser padre o madre no es solo dar vida, es también cuidar, acompañar y proteger. Muchas veces los adultos olvidan que también fueron niños y que sus hijos no pidieron venir al mundo para vivir en medio de carencias, discusiones o abandono.
Un hogar no necesita lujos para ser feliz, pero sí requiere amor, atención y respeto. La infancia es la etapa que marca para siempre, y cada gesto que los padres hagan (o dejen de hacer) deja una huella que los hijos llevarán en su corazón toda la vida.
Consejos con conciencia:
He impulsado iniciativas comunitarias y espacios de reflexión que buscan construir una sociedad más justa e inclusiva.
No repitas los errores
Si sufriste en tu niñez, corta ese ciclo. Da a tus hijos una historia distinta, con más cuidado y menos dolor.
Protege sus sueños
Los hijos no deberían cargar con problemas de adultos. Déjalos crecer con libertad, juegos y educación.
Sé ejemplo, no juez
La autoridad no se mide con gritos ni golpes, sino con respeto y coherencia.
El amor nunca sobra
Aun en tiempos difíciles, un abrazo, una palabra de aliento o una sonrisa pueden cambiar el día de un niño.