Mi historia ha estado llena de contrastes: momentos de felicidad y también de desafíos que me han hecho más fuerte. Desde muy joven aprendí que la vida exige esfuerzo, constancia y fe para salir adelante.
He pasado por situaciones difíciles en el entorno familiar, pero también descubrí que de cada experiencia nacen aprendizajes valiosos. Esas vivencias me impulsaron a construir un camino propio, basado en el respeto, la solidaridad y la importancia de valorar lo que realmente importa.
Hoy, este espacio lleva mi nombre porque es un reflejo de lo que soy: una persona que cree en la diversidad como riqueza, en los derechos como base de la dignidad, y en la familia —con todas sus luces y sombras— como la raíz de nuestras historias.
Este blog no es solo un sitio web, es un lugar para compartir pensamientos, anécdotas y valores que me guían día a día, con la esperanza de que puedan inspirar y acompañar también a otros.
Compartir experiencias, anécdotas y aprendizajes de la vida cotidiana, resaltando la importancia de la familia, la diversidad y los valores que fortalecen la unión y el respeto entre las personas.
Ser un espacio de inspiración y acompañamiento, donde cada historia motive a valorar la vida en familia, a reconocer la riqueza de la diversidad y a construir relaciones basadas en el respeto y la solidaridad.
En marzo de 2023 recibí el Premio Mundial a la No Violencia y el Humanismo – Mujeres Libres, otorgado por la Academia Mundial de Literatura Moderna Costarricense.
En 2022 fundé la Asociación Nacional para la Defensa de los Derechos de los Inmigrantes y Refugiados en Costa Rica (ANADDIR), donde ejerzo el cargo de presidente.
He impulsado iniciativas comunitarias y espacios de reflexión que buscan construir una sociedad más justa e inclusiva.